En general, el sistema de pensiones que tenemos en México es insostenible, desorganizado y desproporcional en cuanto a lo que se aporta y lo que se recibe por parte de la población; pero, antes de fundamentar estos argumentos, debemos tener claros algunos conceptos:
· Seguridad Social: Definida por la Organización Internacional del Trabajo como el tener un ingreso básico que permita solventar situaciones que se desprendan del desempleo, enfermedad, accidente laboral, jubilación e invalidez.
· IMSS: Instituto Mexicano del Seguro Social, el organismo tripartito (por estar compuesto del Estado, Trabajadores y Patrones) que se encarga de brindar servicios de salud a la población que se encuentra afiliada a él.
· ISSSTE: Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, organismo que cumple las mismas funciones que el IMSS, con la excepción de que este instituto se dedica exclusivamente a brindar servicios de salud a trabajadores del Estado.
· Pensión: Prestación económica que se le otorga a un trabajador o sus beneficiarios (en caso de muerte), en proporción a su salario y aportaciones, una vez que cumpla 60 años, sufra un accidente o contraiga una enfermedad que le imposibilite trabajar.
Con estos conceptos, podemos adentrar en los antecedentes históricos de seguridad social y ver cómo llegamos a la situación actual.
En México, la seguridad social fue innovadora al estar incluida en la Constitución Política de 1917 como un derecho humano al cual todo ciudadano debe tener acceso, de la mano con el derecho a la educación y el derecho a una vivienda; México fue único en incluir la seguridad social como derecho humano, ya que, en esa época, dicho tema no era tan relevante como ahora.
La seguridad social siguió su evolución en 1929, cuando se reformó el artículo 123 de la Constitución mexicana para establecer la Ley de Seguridad Social; dicha ley se promulgó en 1943 y derivó en la creación del IMSS.
El IMSS se convirtió en la institución más importante en materia de seguridad social y salud, porque obligaba la adhesión de los trabajadores e impartía pensiones por accidentes de trabajo, enfermedades, vejez, muerte, invalidez o cesantía por edad. Claro, esto solo cubría a empleados del sector privado, de administración social o de empresas paraestatales, por lo que en 1959 se creó el ISSSTE para no dejar desamparado al sector de la población que trabajaba para el Estado.
El proceso de financiar dichos beneficios consiste en un modelo simple de aportación tripartita. Básicamente, cada periodo en donde se paga el salario del trabajador, tanto el patrón, como el IMSS, como el trabajador, aportan una parte al fondo de seguridad social del trabajador; las partes que se aportan se descuentan de la nómina del trabajador y pueden ser complementadas con una aportación voluntaria adicional por parte de este. Sin embargo, el anterior es solo el proceso estándar y común del IMSS, ya que como veremos más adelante, hay una gran variación que puede existir en los sistemas de seguridad social.
Además del IMSS e ISSSTE, existen el ISSFAM (Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas), el sistema de seguridad social de CFE, de PEMEX, de la extinta Luz y Fuerza, entre otros. Aquí entra lo complicado de hablar de seguridad social, ya que en México existen más de mil sistemas distintos, cada uno con sus propios modelos y esquemas de pensión, tasas de pensión distintas, condiciones, beneficios e incentivos que varían entre cada uno.
Esto se complica todavía más cuando tomamos en cuenta que, por la gran variedad de sistemas de seguridad social que existen, no podemos conocer el monto total que se destina a pagar pensiones, ya que gran parte de los sistemas son municipios o empresas que no transparentan el gasto de su sistema de pensiones, por lo que solo nos podemos guiar de los datos de las empresas productivas del Estado (CFE y PEMEX), las instituciones principales (IMSS e ISSSTE) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la cual se encarga de realizar los pagos de seguridad social para las instituciones desaparecidas, como Luz y Fuerza.
Los datos que nos arrojan estas Instituciones son francamente preocupantes, ya que el gasto en pensiones representó 3.9% de nuestro Producto Interno Bruto (PIB) en el 2022 y se estima que esta cantidad aumente al 6.3% del PIB para el 2024.
Y es aquí en donde fundamento mi argumento inicial de que el sistema de seguridad social es insostenible; en palabras sencillas, se paga más de lo que se recibe. El gasto en pensiones de reparto es nulamente equitativo, ya que los institutos entregan pensiones altas a pocos trabajadores de empresas del Estado (también llamadas empresas productivas del Estado), quienes no pagaban cuotas de seguridad social porque, de acuerdo con los convenios laborales acordados, estos se consideraban como una prestación laboral que se les debía otorgar; mientras que las pensiones de los trabajadores del sector privado, quienes aportan mensualmente para su pensión por seguir la ley, son en una cantidad menor, lo cual seguirá decreciendo mediante siga aumentando el sector laboral informal.
Para concluir, platicamos con un empleado del IMSS, quien nos contestó las siguientes preguntas:
1.- ¿Qué diferencias notas cuando entraste al IMSS y ahora?
R= Los trámites son más claros y simples, se ha adaptado a las nuevas tecnologías, menos burocracia.
2.- ¿Hacia dónde crees que irá el futuro de la seguridad social en el país?
R= Espero que a mejorar los derechos de los trabajadores, que cada aportación sea para beneficio de sus derechohabientes, sea más amplio y de más fácil acceso en zonas rurales.
3.- ¿Qué mejorías o deficiencias has notado con el actual gobierno?
R= La falta de empleo, el hecho de que ven la seguridad social como un negocio.
4.- ¿Consideras que la carga de trabajo en el IMSS es manejable? ¿Cómo lo mejorarías?
R= Depende del área en la que te encuentres, el área médica es muy demandante y no tiene lugar el error, ya que pones en riesgo vidas humanas; el área administrativa trata de ir a la par con ellos, debido a que cada nivel de atención médica necesita cubrir necesidades de forma ágil y no retrasar los servicios.
Se requieren mejores estructuras, más apoyo en investigación y desarrollo de cada una de las áreas que integran al instituto.
5.- ¿A qué se debe la falta de infraestructura en el sector salud?
R= A los malos gobiernos que siguen viendo el sector salud como un negocio y lucran con él.
6.- ¿Crees que las aportaciones al seguro aumentarán con las futuras generaciones?
R= No, ya que un aumento de aportaciones necesariamente obligaría a un aumento en derechos.
7.- ¿Qué recomendaciones les harías a los lectores para mejorar su situación de seguridad social y lograr una pensión digna?
R= Estar al pendiente de los movimientos que sus patrones realizan en sus salarios, ya que uno tiene la idea de que está dado de alta con un salario y no es así, exigir siempre sus derechos y no quedarse callados ante cualquier duda, mantenerse informado y no dejarse llevar por gente fraudulenta que les promete aumentar sus pensiones así porque sí.
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